Aerofobia
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AEROFOBIA: El Miedo a Volar
"No es que tenga miedo a volar, pero no lo necesito si hay otros medios de transporte más bonitos y entretenidos, además estoy muy ocupado como para salir de viaje en este momento¡¡”
Le suena esta frase??
El temor de emprender un viaje en avión es muy común y muchas personas refieren inquietud con relación a volar, solo que la mayoría de las personas no lo aceptan y tratan de mostrar seguridad y tranquilidad ante los demás (porque ¡?..No lo sé¡..jaja).
Mucho tiene que ver con el pensamiento “mágico” y nuestra ignorancia de cómo un objeto tan grande, tan pesado y con tantas personas puede elevarse del piso, créame no es magia¡
Es así como encontramos distintos grados de presentar la ansiedad:
Aquellos a los que dicha perspectiva les produce una ligera inquietud, que normalmente se disipa luego del despegue (diversas encuestas encontraron que sólo un 5% de quienes vuelan lo hacen sin ningún tipo de temor o inquietud).
En otros la preocupación es mayor y suelen ayudarse con factores externos, tales como la presencia de un acompañante o en muchos casos el consumo de medicamentos ansiolíticos antes de salir para el aeropuerto, con eventual refuerzo antes de embarcar.
Por último, están aquellos que presentan un temor de tal intensidad que anula por completo la posibilidad de un viaje de este tipo.
Las limitaciones y dificultades que genera este trastorno pueden afectar diferentes áreas en la vida de una persona. Muchas veces, el viaje en avión aparece como una necesidad, ya sea por obligación laboral, o por demandas de la dinámica familiar.
Hay un grupo de personas en las que la fobia a volar está presente, pero al no presentar habitualmente la necesidad de viajar por dicha vía, podemos decir que el problema no genera deterioro en su calidad de vida.
¿Quiénes padecen este problema? ¿Por qué ocurre?
Los caminos para llegar al temor a volar son diversos:
Una persona con una vida normal sin otros problemas en su vida anímica o social, sólo presenta un miedo desproporcionado a volar. La sola idea puede generarle un estado de ansiedad con síntomas como palpitaciones, inquietud, desesperación, etc. En estos casos el diagnóstico suele ser el de Fobia Simple o Específica. El origen puede estar relacionado con haber vivido alguna situación de peligro real durante un vuelo o bien haberse sentido fuertemente impresionado por la noticia o el relato directo de otra persona. También puede ocurrir en quien ha sido testigo de un accidente o situación de peligro sufrida por una aeronave. (911 por ejemplo)
Otro caso frecuente es el de aquellos que sufren de Claustrofobia o temor a los espacios cerrados. Estas personas sienten gran desesperación al encontrarse en recintos cerrados: ascensores, salas pequeñas, aviones.
Personas que padecen de Trastorno de Pánico con Agorafobia, que es un trastorno en el cual la persona teme la posibilidad de padecer una crisis de pánico dentro del avión durante el vuelo y lo que les resulta intolerable es la idea de que no podrá bajar de inmediato para obtener alivio o ayuda.
Por último encontramos a aquellos que sufren de Trastorno de Ansiedad Generalizada. En este trastorno las personas se preocupan en forma desmedida, siempre piensan que lo peor está por ocurrir en cualquier momento. Hay un pensar constante en la probabilidad de que ocurran eventos negativos y resultará fácil de entender consecuentemente el temor a volar.
¿Es posible superarlo?
La respuesta es sí ¡( si yo pude usted puede¡¡) y la principal tarea del clínico es identificar la causa del temor a volar porque de esto dependerá el tratamiento definitivo.
Todos estos casos suelen responder muy bien a los tratamientos correctos y específicos, el mayor obstáculo suele ser que la persona que lo padece minimice el temor y no confíe en esta posibilidad, no acudiendo a tratamiento, resultándoles inalcanzable la posibilidad de viajar con tranquilidad, "como todo el mundo" y prefieren quedarse como diría un poeta mexicano “volar sin miedo, no es volar ¡ ”.
POR DR. CLAUDIO PLÁ ALÉM, EL FEBRERO 16, 2012
Un pasajero cada 4 es todavía víctima de estrés y de angustias importantes sólo con la idea de tomar un avión. Y esto se da tanto antes de salir como durante el viaje.
El origen del miedo al avión suele estar vinculado a la ignorancia que tenemos acerca de los instrumentos y su confiabilidad lo mismo que de la tripulación y sus habilidades. Uno le tiene miedo a aquello que no conoce o, en este caso en especial, a aquello que no comprendemos.
El avión sigue siendo por mucho el medio de transporte más seguro. Cada día, 5 millones de pasajeros toman un avión. Cada año, no hay más que algunas decenas de accidentes, y no todos dramáticos.
Vivir con aerofobia
La aeronáutica es un sector en el cual la seguridad jamás es dejada de lado en favor de las consideraciones económicas. Cada avión es controlado regularmente por las compañías y las autoridades internacionales que emiten las autorizaciones para su uso. En cuanto a las condiciones de vuelo, ellas también están respaldadas por las mejores garantías. La elección de la ruta está determinada por los factores climáticos (se intenta tener el viento a favor y evitar las zonas de fuertes turbulencias) y el tráfico (lo menos atestado posible).
Los pilotos : En cuanto al personal de navegación, está bien capacitado y es controlado varias veces al año. Ellos siguen regularmente un entrenamiento en un simulador en el transcurso de los cuales son confrontados a todo tipo de situaciones de emergencia y catástrofes posibles e imaginables. En regla general, no pueden volar más de un centenar de horas pos mes ni pueden comandar un avión más de 8 horas seguidas.
La tripulación: Generalmente son entrenados para actuar rápidamente a cada pequeño problema que pueda surgir en el transcurso del vuelo.
Si tu eres de los que se sienten más a gusto con los pies sobre la tierra que en el aire, intenta estos pequeños trucos:
La víspera de la partida: Intenta pasar una buena noche, evita las sustancias que puedan excitarte(alcohol, café , tabaco …), come liviano, vístete con ropas amplias, evita el cine catástrofe.
El día de la partida: Prevé de llegar temprano al aeropuerto para no estresarte. Si es posible, reserva un asiento en la parte delantera del avión, al nivel de las alas, ya que es el lugar en donde menos sentirás la turbulencia. Quizás tu médico pueda recetarte un medicamento ansiolítico para relajarte. Visita las tiendas, comprar es un placer que reduce el estrés.
Cuando entre al avión: Puedes prevenir al personal de abordo de tus angustias, esto te permitirá descargarte un poco. Para distraerte, puedes escuchar música, leer, conversar con tu vecino, jugar con alguna consola portátil, concentrarte en las palabras cruzadas, hacer un sudoku o todo aquello que te permita cambiar tus pensamientos.
Ahora, en tu próximo viaje pon en práctica estos consejos y sin duda notarás la diferencia. Si necesitas más información, nosotros podemos ayudarte.
Publicado en http://voyagesbergeron.blogspot.com/
Fuente “Aerofobia”.- CentroIMA BAs Arg, SASIEM Mty, Mex y Kids Health
Dr. José Aarón Puente Moreno.
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